En un mundo tan ruidoso e indolente como el nuestro, la empatía y la alta sensibilidad pueden experimentarse como germen de sufrimiento y malestar. Por otra parte, quienes ignoran estos rasgos en los demás tienden a juzgarlos de debilidades o rarezas de carácter.
Afortunadamente, cuando comprendemos y aprendemos a gestionar estas singularidades, se convierten en fuente de alegría, creatividad y conexión con los demás. Si te consideras una persona altamente sensible y empática, esta lectura te ayudará tanto a protegerte de aquello que puede desestabilizarte como a desarrollar, de manera segura y eficaz, tus maravillosos dones de intuición, conexión y creatividad.